¿Conoces tu tipo de piel? ¿No sabes qué productos necesitas?
Con este post y realizando un sencillo cuestionario, podrás salir de dudas, saber qué tipo de piel tienes, cómo cuidarla y qué productos deberás utilizar.
Estas son los tipos de pieles que podemos encontrar y las causas:
Si ante nosotros tenemos una PIEL SECA, lo primero a considerar es que ésta puede ser fruto de dos fenómenos diferentes; bien puede ser la expresión de una falta o pérdida excesiva de agua, lo que conocemos como deshidratación, o bien puede estar originada por una insuficiente secreción sebácea que origina un estado alípico. Por tanto, cuando nos planteamos el tratamiento de este tipo de pieles, hemos de buscar por una parte principios activos que favorezcan la retención de agua en el estrato córneo y que garanticen una correcta producción de agua en las capas más profundas de la epidermis. Pero además, por otra parte, tenemos que devolverle a la piel una correcta secreción sebácea para que disponga de una emulsión epicutánea perfectamente equilibrada
En caso de una PIEL GRASA sabemos que el problema no sólo estriba en una secreción sebácea excesiva, sino que pueden aparecer otras alteraciones como acné, deshidratación, intolerancia, irritaciones… Todo ello hace que ante una piel grasa tengamos que buscar componentes activos que normalicen la actividad de las glándulas sebáceas dando un aspecto mate, que libren la piel de comedones, que impidan la formación de puntos acnéicos gracias a una acción antimicrobiana, y todo esto de una forma suave a la vez que efectiva
Si nos planteamos ahora como tratar una PIEL SENSIBLE, hemos de pensar que ésta al igual que la gente sensible debe ser tratada con delicadeza. Los principios activos destinados al tratamiento de este tipo de pieles deberán de ser capaces de descongestionar, calmar y aliviar las posibles rojeces, picores e irritaciones. Producirán una saturación de la piel en lípidos y un grado de hidratación óptima, que garantizan una perfecta elasticidad y flexibilidad cutáneas. Por último, no podemos olvidarnos de proteger, tonificar y regular la permeabilidad de los capilares sanguíneos superficiales.
Cuando buscamos componentes activos para el tratamiento de una PIEL MADURA, hemos de pensar en aquellos que ataquen la desvitalización cutánea propia de este tipo de pieles, al tiempo que realizan una acción preventiva. Tendrán que ser capaces de prevenir y contrarrestar la flaccidez, la aparición de arrugas, la sequedad cutánea, la pérdida de firmeza… en definitiva, todas aquellas alteraciones propias de la madurez.
Por último no podemos olvidarnos de la PIEL NORMAL a la que debemos preservar de las agresiones medioambientales y en la que se hace imprescindible ejercer una acción preventiva para que siga conservando su estado.
Rellena el cuestionario y averigua cuál es tu tipo de piel y cómo cuidarla según el resultado.
1 – Tu piel al tacto, es…
- A. Gruesa y untuosa
- B. Brillante en la zona central, más seca en las mejillas.
- C. Fina y suave.
2 – ¿Tienes la piel brillante?
- A. Siempre
- B. A veces, sobre todo en la frente, la nariz y la barbilla.
- C. Nunca.
3 – ¿De qué tono tienes la piel?
- A. Más bien oscuro o aceitunado.
- B. Ni clara ni oscura.
- C. Bastante clara o muy blanca.
4 – ¿Sueles tener granitos e imperfecciones?
- A. Siempre.
- B. En ocasiones.
- C. Casi nunca.
5 – ¿Enrojece con facilidad?
- A. No
- B. A veces.
- C. Siempre.
6 – ¿Suele irritarse?
- A. Casi nunca.
- B. A veces.
- C. En muchas ocasiones.
7 – ¿Notas tirantez o sequedad?
- A. Nunca.
- B. A veces, más en invierno.
- C. Casi siempre.
8 – ¿Tienes poros abiertos?
- A. Sí, suelo tenerlos.
- B. A veces, en la nariz y la barbilla.
- C. No.
9 – ¿Tu piel presenta couperosis (venitas capilares)?
- A. No.
- B. En muy raras ocasiones.
- C. Muchas veces.
10 – ¿Has tenido alguna vez problemas de alergia con productos csométicios?
- A. No.
- B. Alguna vez, sobre todo si se trataba de un producto muy concentrado.
- C. Muchas veces.
Ver resultado
- Si has obtenido mayor cantidad de “A”, tu piel es una piel grasa incluso puedes tener tendencia a desarrollar acné. Por lo general es una piel más fuerte, más protegida frente a las agresiones externas. Lo ideal es que sigas una rutina de belleza con cosmética que regule tu exceso de secreción sebácea y que unifique la textura de tu piel, dándole un aspecto mate y saludable. Por cierto, no puedes olvidarte de productos específicos para tratar tus imperfecciones.
- Si has obtenido mayor cantidad de “B”, tu piel es “normal”, te recomendamos que selecciones productos acorde a tus necesidades y objetivos no olvidando nunca hidratar y protegerla adecuadamente. Si has obtenido B y A casi por igual, tu piel será mixta, es decir normal con tendencia a grasa. Si has obtenido B y C casi por igual, tu piel es normal con tendencia seca y sensible.
- Si has obtenido mayor cantidad de “C”, tu piel es fina, con tendencia a la sensibilidad y a la deshidratación. Requieres de tratamientos específicos para pieles sensibles y productos que aporten nutrición e hidratación profunda a tu piel.